Lo que aprendí sobre responsabilidad desde pequeño fue el ejemplo que mis padres nos dieron a mí y a mis otros siete hermanos.

Una familia humilde de padre y madre con siete hijos, donde yo era el quinto, y todos aprendimos mediante un proceso que mis padres nos inculcaron.

Veía a mi padre como un hombre valiente y trabajador, que se esforzaba por mantener a toda la familia. Mi padre proporcionaba comida, ropa, calzado, atención médica y educación a todos mis hermanos. Era un hombre verdaderamente responsable, que se aseguraba de que nada faltara en la familia.

Mi padre fue el protagonista de todos los procesos de bienestar para mi familia. Reconozco que era un hombre muy dedicado a asumir sus responsabilidades en medio de todas las necesidades en las áreas mencionadas.

Mi madre, al igual que mi padre, me enseñó mucho desde pequeño sobre sus responsabilidades en el hogar y era una mujer muy dedicada a asegurar que sus hijos lucieran impecables en todo lo relacionado con su educación. Mi madre estuvo presente en todas sus tareas para que sus ocho hijos crecieran en un ambiente de armonía y buenas relaciones.

Crecí con ese modelo de responsabilidad que observé en mis padres y esa dedicación especial que demostraban a toda la familia. En mi opinión, lo veía como un sacrificio por ambas partes, pero para ellos, atender todas las necesidades de sus hijos representaba una sensación de bienestar, y siempre se aseguraron de que se sintieran bien, a pesar de ser una familia muy humilde y con pocos recursos económicos.

Mi padre nunca se sintió víctima ante todas sus responsabilidades; al contrario, asumió todos sus compromisos con valentía y optimismo para formar una familia digna de la sociedad.

Sin duda, la crianza que recibí en el hogar donde crecí se basó en principios y valores, donde el respeto y el amor eran primordiales. Mi padre veía esto como una gran responsabilidad y afirmó que, antes de que sus hijos ingresaran a la escuela, debían tener ciertos principios que debían reforzarse con todos los valores y la educación que recibían en la escuela. Creo que el fundamento de mi responsabilidad proviene de mi familia, es decir, de los momentos en que mis padres me inculcaron que sus obligaciones como padres no debían verse como sacrificios, sino como valores que serían la base para cada uno de sus hijos en la sociedad.

Mis padres me dieron un gran ejemplo de responsabilidad, y eso impactó mi vida como adolescente. Asumir mi responsabilidad como estudiante universitario me motivó tanto que me dije a mí mismo que, al graduarme, debía asumir mi responsabilidad con mis padres para brindarles una mejor calidad de vida, y eso fue precisamente lo que sucedió.

Dos años después, cuando me gradué de la universidad con un título profesional, pude comprarles a mis padres una casa más comoda. Sentí esto como una responsabilidad especial, ya que me habían dado lo mejor de su juventud cuando era solo un niño.

Mi padre enfermó y ya no podía trabajar. Esto me llevó a responsabilizarme de su salud, no como un sacrificio, sino como un acto de amor en agradecimiento por la dedicación que me había demostrado desde que me crio y me vio graduarme de la universidad. # Mi amor por mis padres era muy especial. Sin embargo, llegó el momento en que tuve que centrarme en mí mismo, o en mi autocuidado, y emprendí una serie de acciones conscientes en las que debía responsabilizarme de mí mismo, cuidando mi salud, mi alimentación y, sobre todo, la formación de mi propia familia.

Sin descuidar a mis padres, formé una familia con cuatro hijos y mi esposa. Apliqué lo mismo que aprendí de mis padres a mi propia familia, lo que me permitió fortalecer el bienestar familiar.

La responsabilidad ha sido muy especial en el sentido de que no tomo nada como un sacrificio ni como algo que me haga víctima, sino que lo hago con amor y con el objetivo de siempre mejorar mi bienestar.

Mis responsabilidades son mías y puedo compartirlas con mi esposa e hijos, pero nunca le quito el peso que ella representa para mí como cabeza de familia.

Actualmente me dedico a mi salud con una dieta equilibrada en la medida de lo posible, y también intento encontrar ese equilibrio entre mi vida mental y emocional, lo que me responsabiliza de llevar una vida más sana y consciente, controlando los excesos.

Finalmente, quiero agradecer a mi amiga @damarysvibra por invitarnos a su iniciativa, promoviendo nuestra participación, para que podamos seguir compartiendo temas relacionados con el bienestar y el desarrollo personal.

Feliz tarde. ¡Éxito!

I accept it and I take responsibility

What I learned about responsibility from a young age was the example my parents set for me and my seven other siblings.

A humble family with seven children, I was the fifth, and we all learned through a process my parents instilled in us.

I saw my father as a brave and hardworking man, who strove to support the entire family. My father provided food, clothing, footwear, medical care, and education for all my siblings. He was a truly responsible man, who made sure nothing was lacking in the family.

My father was the centerpiece of every welfare process for my family. I recognize that he was a man very dedicated to assuming his responsibilities amidst all the needs in the aforementioned areas.

My mother, like my father, taught me a lot from a young age about her responsibilities at home and was a woman very dedicated to ensuring her children were impeccable in everything related to their education. My mother was present in all her tasks so that her eight children grew up in an environment of harmony and good relationships.

I grew up with that model of responsibility I observed in my parents and the special dedication they showed to the entire family. In my opinion, I saw it as a sacrifice on both sides, but for them, attending to all their children's needs represented a sense of well-being, and they always made sure they felt good, despite being from a very humble family with limited financial resources.

My father never felt like a victim in the face of all his responsibilities; on the contrary, he assumed all his commitments with courage and optimism to form a family worthy of society.

Without a doubt, the upbringing I received in the home where I grew up was based on principles and values, where respect and love were paramount. My father saw this as a great responsibility and affirmed that, before his children entered school, they should have certain principles that should be reinforced by all the values and education they received at school. I believe the foundation of my responsibility comes from my family, that is, from the moments when my parents instilled in me that their obligations as parents should not be seen as sacrifices, but as values that would be the foundation for each of their children in society.

My parents set a great example of responsibility for me, and this impacted my life as a teenager. Assuming my responsibility as a college student motivated me so much that I told myself that, upon graduation, I should assume my responsibility to my parents to provide them with a better quality of life, and that is precisely what happened.

Two years later, when I graduated from college with a professional degree, I was able to buy my parents a more comfortable house. I felt this as a special responsibility, since they had given me the best of their youth when I was just a child.

My father became ill and could no longer work. This led me to take responsibility for their health, not as a sacrifice, but as an act of love in gratitude for the dedication they had shown me since raising me and seeing me graduate from college.

My love for my parents was very special. However, the time came when I had to focus on myself, or on my self-care, and I undertook a series of conscious actions in which I had to take responsibility for myself, taking care of my health, my diet, and, above all, raising my own family.

Without neglecting my parents, I started a family with four children and my wife. I applied the same things I learned from my parents to my own family, which allowed me to strengthen the family's well-being.

This responsibility has been very special in the sense that I don't take anything as a sacrifice or as something that makes me a victim, but rather I do it with love and with the goal of always improving my well-being.

My responsibilities are mine, and I can share them with my wife and children, but I never take away the weight she represents for me as the head of the family.

I currently dedicate myself to my health with a balanced diet as much as possible, and I also try to find that balance between my mental and emotional life, which makes me responsible for living a healthier and more conscious life, controlling excesses.

Finally, I want to thank my friend @damarysvibra for inviting us to her initiative, promoting our participation, so that we can continue sharing topics related to well-being and personal development.

Happy afternoon. Success!