The Blog of wiseagent

There was a time in the music scene when being associated with the names of big producers was seen as a guarantee of success, even surpassing the talent of the musician associated with them. This no longer seems to be the case today, especially after recurring scandals tarnish the "legacies" of these supposed "super producers." One of the most recent examples involves Dr. Luke and a singer who years ago was seen as a potential big name within the music industry, Kesha. She didn't receive the recognition she deserved, and part of her "failure" was due to the contractual constraints to which she was subjected.

Now, legally free from these chains (the result of a process that lasted a few months of intense battles and legal conspiracies involving different types of accusations), Kesha is back on the music scene within an empowered line, where the release of (.) Period itself (her most recent studio album, which was released by her own label, Kesha Records, and distributed by Alternative Distribution Alliance, which is a Warner Music Group company) says a lot about the power she managed to regain for herself within a manipulative industry, especially for countless women (who even after decades... still do not have their due recognition).

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Although criticized for her comedic, mocking, and uncommitted tone, Kesha chose to return to her roots as a way to connect with herself. It didn't seem like a bad decision to me, since, at the time, it was precisely this more vibrant and provocative approach that put her name on a list of potential musical risers within the pop scene. However, on the other hand, it must be acknowledged that this album, while well-intentioned, sounds somewhat "cheesy" due to its lack of boldness, especially within the jokes it attempts to evoke throughout its 11 tracks (standard version). The work isn't bad, but it's less visceral.

This is Kesha's first album since leaving RCA Records and Kemosabe Records (in December 2023), and while it wasn't the best of her choices (at least not in terms of artistic relevance), it's still a fun "adventure" within the scope of what she wanted to deliver to the public. At the same time, it can also be seen as a work of liberation and self-control, where the album's enigmatic title itself alludes to the messages she wanted to convey. In other words, she wanted to show that she's in control of what she does now, and what really matters is delivering the truth she believes in (even if it's something more "superficial").

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Without detracting from her artistic freedom, perhaps the biggest mistake of this project was creating false expectations in listeners, because what promised to arrive as a "significant work of sonic liberation" is nothing more than new musical incursions into familiar elements (which, in fact, she herself had already used on her previous albums). There are no surprises. There are no iconic moments. There are no artistic innovations. There is only the desire to demonstrate a return without chains, where authenticity dictates the rules of the game (even though it's a "frustrating" game, which could have offered many more interesting elements than the few it has offered thus far).

The new beginning could have been better crafted, because it's clear that at times, (.) Period feels like an album unsure of which path it wants to follow. It seemed to me there was a notable lack of focus, where it's easy to miss good moments within some good bets (which, in fact, happened). I could simply say that this new project is a mess, but in a more positive sense when considering its entire concept. It all depends on each listener's point of view, but I think there's a consensus that the album is creative and fun, despite being poorly executed and not very daring in terms of what would have deserved more attention.

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In overall, I think she's grown as an artist within a more stripped-down and dominant artistic vision (especially because she's much more aware of what she wants to do now... not only as a singer, but also as a woman). But as a musician, she needs to find new paths to establish herself as a relevant name in the industry, because the feeling of "more of the same" won't get her very far in the jungle she's decided to remain in. The pop side remains danceable, attractive, and captivating... But this is a well-known "formula" (at least within her repertoire), and it screams for more modern aspects to make it interesting.

(.) Period should be listened (for a better appreciation) as an album that reflects an artist's efforts after a turbulent personal moment, but which still doesn't bring melancholy or express other negative aspects. What remains as its essence is what we already know about Kesha, and which she made a point of reinforcing once again with this work (which she co-produced and wrote, highlighting her more experimental, relatively "raw" side and with a brief oscillation that mixes musical genres other than pop, such as hip-hop and soul, to bring diversification). Here is a compilation of everything she seems to have learned so far, wrapped up in a great production.

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**CRÍTICA DE DISCO: “Period” (2025) - Kesha**

Hubo una época en la escena musical en la que estar asociado con grandes productores se consideraba garantía de éxito, incluso superando el talento del músico asociado. Esto ya no parece ser así, sobre todo después de que los recurrentes escándalos empañaran el legado de estos supuestos "superproductores". Un ejemplo reciente es el de Dr. Luke y Kesha, una cantante que hace años se perfilaba como una potencial estrella de la industria musical. No recibió el reconocimiento que merecía, y parte de su fracaso se debió a las restricciones contractuales a las que estaba sujeta.

Ahora, legalmente libre de estas cadenas (fruto de un proceso que duró algunos meses de intensas batallas y conspiraciones legales que involucraron distintos tipos de acusaciones), Kesha está de regreso en la escena musical dentro de una línea empoderada, en donde el mismo lanzamiento de (.) Period (su más reciente álbum de estudio, el cual fue editado por su propio sello, Kesha Records, y distribuido por Alternative Distribution Alliance, que es una compañía de Warner Music Group) dice mucho del poder que logró recuperar para sí misma dentro de una industria manipuladora, especialmente para innumerables mujeres (que aún después de décadas… siguen sin tener su debido reconocimiento).

Aunque criticada por su tono cómico, burlón y poco comprometido, Kesha optó por volver a sus raíces para conectar consigo misma. No me pareció una mala decisión, ya que, en su momento, fue precisamente este enfoque más vibrante y provocador el que la puso en la lista de posibles promesas musicales dentro de la escena pop. Sin embargo, por otro lado, hay que reconocer que este álbum, aunque bienintencionado, suena un tanto cursi por su falta de atrevimiento, especialmente en las bromas que intenta evocar a lo largo de sus 11 temas (versión estándar). El trabajo no es malo, pero es menos visceral.

Este es el primer álbum de Kesha desde que dejó RCA Records y Kemosabe Records (en diciembre de 2023), y si bien no fue su mejor decisión (al menos no en términos de relevancia artística), sigue siendo una divertida aventura dentro del alcance de lo que quería ofrecer al público. Al mismo tiempo, también puede verse como una obra de liberación y autocontrol, donde el enigmático título del álbum alude a los mensajes que quería transmitir. En otras palabras, quería demostrar que tiene el control de lo que hace ahora, y que lo que realmente importa es transmitir la verdad en la que cree (aunque sea algo más “superficial”).

Sin restarle valor a su libertad artística, quizás el mayor error de este proyecto fue crear falsas expectativas en los oyentes, pues lo que prometía ser una "obra significativa de liberación sonora" no es más que nuevas incursiones musicales en elementos familiares (que, de hecho, ella misma ya había utilizado en sus álbumes anteriores). No hay sorpresas. No hay momentos icónicos. No hay innovaciones artísticas. Solo existe el deseo de demostrar un regreso sin restricciones, donde la autenticidad dicta las reglas del juego (aunque sea un juego "frustrante", que podría haber ofrecido muchos más elementos interesantes que los pocos que ha ofrecido hasta ahora).

El nuevo comienzo podría haber sido mejor elaborado, porque es evidente que, a veces, (.) Period da la sensación de ser un álbum inseguro sobre qué camino seguir. Me pareció que había una notable falta de enfoque, donde es fácil perder buenos momentos dentro de algunas buenas apuestas (lo que, de hecho, ocurrió). Podría simplemente decir que este nuevo proyecto es un desastre, pero en un sentido más positivo al considerar su concepto en su conjunto. Todo depende del punto de vista de cada oyente, pero creo que hay consenso en que el álbum es creativo y divertido, a pesar de estar mal ejecutado y no ser muy atrevido en términos de lo que hubiera merecido más atención.

En general, creo que ha crecido como artista dentro de una visión artística más minimalista y dominante (sobre todo porque ahora es mucho más consciente de lo que quiere hacer... no solo como cantante, sino también como mujer). Pero como música, necesita encontrar nuevos caminos para consolidarse como un nombre relevante en la industria, porque la sensación de "más de lo mismo" no la llevará muy lejos en la jungla en la que ha decidido permanecer. El pop sigue siendo bailable, atractivo y cautivador... Pero esta es una "fórmula" bien conocida (al menos dentro de su repertorio), y pide a gritos aspectos más modernos que la hagan interesante.

(.) Period debería verse (para una mejor apreciación) como un álbum que refleja el esfuerzo de una artista tras un momento personal turbulento, pero que sin embargo no genera melancolía ni expresa otros aspectos negativos. Lo que queda como esencia es lo que ya sabemos de Kesha, y que ella se esforzó por reforzar una vez más con este trabajo (que coprodujo y escribió, destacando su lado más experimental y relativamente "crudo" y con una breve oscilación que mezcla géneros musicales distintos al pop, como el hip-hop y el soul, para diversificarlo). Aquí hay una recopilación de todo lo que parece haber aprendido hasta ahora, envuelto en una gran producción.

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**CRÍTICA DE ÁLBUM: “(.) Period” (2025) - Kesha**

Houve uma época dentro do cenário musical em que estar associado aos nomes de grandes produtores era visto como uma garantia de sucesso sobreposta até mesmo ao talento do próprio músico que estivesse associado a eles. Não me parece mais ser uma realidade nos dias de hoje, principalmente depois que escândalos recorrentes mancham todas os “legados” desses supostos “super produtores”. Um dos exemplos mais recentes envolve justamente Dr. Luke e uma cantora que anos atrás era vista como um possível grande nome dentro da indústria fonográfica, Kesha. Ela não teve o reconhecimento merecido, e uma parte do seu “fracasso” se deu pelas amarras contratuais as quais ela foi submetida.

Agora, juridicamente livre dessas correntes (resultado de um processo que durou alguns meses de intensas batalhas e conspirações judiciais envolvendo diferentes tipos de acusações), Kesha está de volta ao cenário música dentro de uma linha empoderada, onde o próprio lançamento de (.) Period (seu álbum de estúdio mais recente, que foi lançado pela sua própria gravadora, Kesha Records, e distribuído pela Alternative Distribution Alliance, que é uma empresa da Warner Music Group) diz muito sobre o poder que ela conseguiu reaver para si mesma dentro de uma indústria manipuladora, em especial, para inúmeras mulheres (que mesmo depois de décadas... ainda não tem o seu devido reconhecimento).

Embora venha sendo criticada pelo seu teor cômico, debochado e descompromissado, Kesha optou por voltar para as suas origens como uma maneira de se conectar com ela mesma. Não me pareceu ser uma decisão ruim, uma vez que, naquela época, foi justamente essa abordagem mais vibrante e provocativa que colocou o nome dela em uma lista de possíveis ascensões musicais dentro do cenário pop. No entanto, por outro lado, é preciso reconhecer que esse álbum, apesar de bem intencional, soa um tanto quanto “brega” por sua falta ousadia, principalmente dentro das próprias brincadeiras que tenta evocar ao longo das suas 11 faixas (versão padrão). O trabalho não é ruim, mas é menos visceral.

Esse é o primeiro álbum lançado por Kesha desde que ela saiu da RCA Records e Kemosabe Records (em dezembro de 2023), e apesar de não ter sido a melhor de suas escolhas (ao menos não em termos de relevância artística), ainda sim, é uma divertida “aventura” dentro da proposta que ela quis entregar ao público. Ao mesmo tempo, também pode ser visto como um trabalho de libertação e autocontrole, onde o próprio enigmático título do álbum faz uma referência as mensagens que ela quis imprimir nesse trabalho. Em outras palavras, ela quis mostrar que está no controle do que ela faz agora, e o que realmente importa é entregar a verdade na qual ela acredita (ainda que seja algo mais “superficial”).

Sem desmerecer à sua liberdade artística, talvez o maior erro desse projeto tenha sido criar uma falsa expectativa nos ouvintes, porque o que prometia chegar como uma “obra significativa de libertação sonora”, não é nada além de novas incursões musicais dentro de elementos já conhecidos (e que aliás, já foram usados até por ela mesma, em seus álbuns anteriores). Não há surpresas. Não há momentos icônicos. Não há inovações artísticas. Há apenas o desejo de mostrar que houve um retorno sem correntes, onde a autenticidade dita as regras do jogo (mesmo sendo um jogo “frustrante”, que poderia ter oferecido muito outros elementos interessantes do que os poucos que acabou oferecendo até então).

O novo começo poderia ter algo melhor trabalhado, porque é nítido que em alguns momentos, (.) Period se mostra como um álbum que não sabe qual é o caminho que deseja seguir. Me pareceu ter havido uma notável falta de foco, onde é fácil perder bons momentos dentro de algumas boas apostas (o que de fato acabou acontecendo). Eu poderia dizer de uma maneira simples que esse novo projeto é uma bagunça, mas num sentido mais positivo quando considerado todo o conceito dele. Tudo depende do ponto de vista de cada ouvinte, mas acho que seja um consenso dizer que o álbum é criativo e divertido, apesar de ser mal executado e pouco ousado dentro do que mereceria ter ganhado mais atenção.

De uma maneira geral, eu acho que ela cresceu como artista dentro de uma visão artística mais despojada e dominante (em especial, porque ela tem muito mais consciência do que ela deseja fazer agora... não apenas como cantora, mas também enquanto mulher), mas enquanto musicista, é preciso que ela encontre novos caminhos para se estabelecer enquanto um nome relevante para a indústria, porque a sensação de “mais do mesmo” não vai levá-la muito longe na selva em que ela decidiu permanecer. O lado pop continua dançante, atrativo e cativante... Mas essa é uma “fórmula” já conhecida (ao menos dentro do repertório dela), e que grita por aspectos mais modernos para se fazer interessante.

(.) Period deve ser encarado (para uma melhor apreciação) como um álbum que traduz o esforço de uma artista após um conturbado momento pessoal, mas que ainda sim, não traz melancolia ou expressa outros pontos negativos. O que se mantém como essência é aquilo que já se conhece da Kesha, e que ela fez questão de reforçar mais uma vez com este trabalho (ao que ela coproduziu e escreveu, ressaltando o seu lado mais experimental, relativamente “cru” e com uma breve oscilação que mistura outros gêneros musicais além do pop, como o hip-hop e o soul, para trazer diversificação). Eis aqui uma compilação de tudo o que ela parece ter aprendido até agora, envelopada dentro de uma ótima produção.